Últimamente muchas amigas me han estado preguntando que cómo logro trabajar con novias si muchas se vuelven locas en la planeación. En realidad, no es que se vuelvan locas es simplemente que no saben cómo canalizar el estrés. Aquí 6 señales de estrés y como combatirlas para que no se apoderen de tu boda:
1. Pospones las tareas más importantes
Siempre pasa, la lista de invitados no está terminada hasta que las necesitas conseguir 1 día antes de la rotulación de invitaciones...
SOLUCIÓN: No lo dejes al último, desde que empieces tu Excel pon todas las columnas que creas que vas a necesitar y desde el principio ve consiguiendo todos los datos, apóyate de Facebook, seguro la mayoría de tus invitados son tus amigos y puedes mandarles un mensaje personal que diga: “Hola, estoy armando la lista para mi boda me ayudas con estos datos: Nombre, Apellido Materno, Apellido Paterno, Acompañante, Email, Dirección, Teléfono. Mil gracias amigui!” y Listo.
2. Usas las horas de la comida para planear la boda
Lo peor que puedes hacer es saltarte una comida, en el proceso de planeación necesitas alimentarte, el no hacerlo te generará mal humor y malestar.
SOLUCIÓN: Disfruta tus horarios de comida, incluso trata de no tocar el tema de la boda. Asigna un momento del día aislado para dedicarte a la planeación, pueden ser los 30 mins. de tráfico que te toman para regresar del trabajo a tu casa, matarías 2 pájaros de un tiro.
3. Peleas con tu prometido
Muchas novias quieren que sus novios estén súper involucrados en la planeación y honestamente pocas veces esto pasará. Así que si cada vez que lo ves tocas el tema de la boda y tu novio cambia la cara, ¡es momento de parar!
SOLUCIÓN: Pónganse de acuerdo y designen UN día a la semana para hablar de la boda, lo agradecerán y tendrán el resto de la semana dedicado a mimar su relación.
4. Tienes pesadillas
Todas las novias tienen en algún momento del proceso sueños terribles de cosas que van a pasar en su boda: no llega la maquillista, explotan las bocinas del DJ, les da amnesia y no se acuerdan de la boda, se acaba el vino (créanme todas estas y más me han dicho mis clientes...)
SOLUCIÓN: Sabemos que quieres tu boda perfecta, pero desgraciadamente existen los imprevistos, planea con tu wedding planner el plan B de las cosas que te preocupan y como ella las podría solucionar el Día de tu Boda sin que tú te enteres.
5. Dudas de tus elecciones
El típico día en que estas dudando de todas las decisiones que tomaste y empiezas a preguntar la opinión del que te pase en frente...
SOLUCIÓN: La confusión es generada por estrés así que tomate un descanso de la planeación de la boda, deja que pase una semana, los preparativos seguirán ahí y no pasará nada.
6. Ya no te diviertes planeando la boda
La planeación es un proceso que tienes que disfrutar, es único e irrepetible. Todo te causa peleas, te aburre, tienes miedo de seguir con el tema de boda porque tienes que tomar decisiones ya...
SOLUCIÓN: Si te encuentras rodeada de pendientes no sabes por donde seguir, es momento de contratar una Wedding Planner. Que no te de pena pedir ayuda a los expertos, sin duda aligeraran tu carga.
¿Has experimentado alguna otra? ¡Ayúdanos a hacer crecer esta lista!
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